Los acusados de asaltar y asesinar a balazos al cabo José María Concha fueron detenidos pocos minutos después de ese violento episodio, cuando llegaron heridos al Centro de Salud y dijeron que ellos habían sido los asaltados. Esa misma madrugada quedó en la mira de la Justicia una mujer policía, tía de uno de ellos, ya que se sospechaba que los acusados se cambiaron de ropa antes de ir al hospital y que la idea habría sido de ella. Ayer, la Policía hizo un allanamiento en la casa de la mujer y encontró prendas que parecen tener manchas de sangre, por lo que quedó aprehendida. También se irrumpió en la casa de su hermano y allí se encontró un quiosco con droga.

El crimen ocurrió el 8 de septiembre, en Los Pocitos. Al parecer, al ser abordado, Concha se habría resistido a entregar su motocicleta y se habría tiroteado con los asaltantes. Los acusados por el homicidio son Franco Vázquez y Patricio Alarcón. Y aunque el caso está virtualmente esclarecido, la investigación siguió y esta semana se hicieron varios allanamientos que podrían transformar algunas sospechas en certezas.

El presunto asesino del policía es hijo de un "pesado" que está en Villa Urquiza

En uno de los allanamientos, en Francisco de Aguirre al 2.200, se encontraron prendas de ropa con “manchas pardo rojizas”, similares a las que deja la sangre. En esa vivienda vivía Vázquez con su tía, la mujer policía. Además, allí se secuestraron otros elementos que, aunque no trascendieron, se supo que tendrían relación con la causa. La orden del fiscal Claudio Bonari fue aprehender a la mujer, que tiene 36 años y que trabajaba en el Laboratorio Toxicológico de la Policía. Ahora se deberá determinar si las manchas son de sangre.

Tras el crimen, la cúpula de la Policía había ordenado quitarle el arma y separarla de su cargo hasta que se esclareciera si tuvo alguna participación.

El conmovedor mensaje del policía asesinado: "que la palabra robar sólo se use para canciones de amor"

Con el correr de la investigación, se había podido conocer que la mujer llevaba bastante tiempo viviendo con su sobrino, situación que generó malestar entre sus colegas y los responsables de la fuerza. Sin embargo, el panorama de ella se complicó mucho más al descubrirse que su hermano -conocido como “El Gordo Iván”- estaba bajo sospecha de vender drogas.

El quiosco de droga

Otro de los objetivos de la División Homicidios, al mando de los comisarios Hugo Cabezas y Daniel Cuellar, era tratar de encontrar el arma de la víctima, que habría sido robada la noche del crimen. En los últimos días, los pesquisas habían recibido información de que un “El Gordo Iván” lideraba una banda que se habría dedicado al robo de motocicletas en la zona. Él, según los datos que les acercaron, les facilitaba los medios a sus hombres para que cometieran este tipo de ilícitos y además se quedaba con el botín. Ante la sospecha de que el arma del uniformado podría estar ahí, consiguieron una orden de allanamiento en el domicilio de Iván, ubicado a dos casas del de su hermana.

Cinco policías tucumanos fueron asesinados por motochorros en menos de un año

Los pesquisas ingresaron sin problemas al domicilio. En una habitación encontraron cartuchos 12/10, pero ningún tipo de arma. En otra habitación, de acuerdo a la información oficial, ubicaron en un armario más de 600 dosis de “alita de mosca” lista para su venta y una piedra de cocaína de unos 42 gramos, con la que se podrían haber fraccionado unas 80 dosis más. Las pruebas de campo realizadas por personal de la Dirección de Drogas Peligrosas dieron positivo para estupefacientes. En la casa también se secuestraron unos $ 20.000. Por orden del juez Daniel Bejas, el “Gordo Iván” quedó detenido y su mujer, con arresto domiciliario, puesto que no tenía a quién pedirle que cuidara a sus hijos menores de edad. Según se pudo saber, se trata de una pareja joven.

Pese a que no se encontró el arma en la casa de “El Gordo Iván”, el hombre quedó relacionado a la causa de otra manera: una semana después del crimen, se encontró en Las Talitas una moto incinerada. Cuando se investigó a quién pertenecía, surgió que el dueño era él. Se sospecha que esa era la moto que utilizaban los detenidos el día del asalto a Concha.

BREVES

Vendía elementos robados

Un joven de 18 años quedó aprehendido cuando la Policía lo atrapó vendiendo elementos robados de un automóvil. Le secuestraron un gato hidráulico, un alargue con tres focos y repuestos. Según pudo advertir personal de la comisaría 3°, a cargo de Víctor Juárez, todo había sido robado en pasaje Ambrosio Nougués al 1.500, ese mismo día.

Buscan a tres prófugos

El juez Víctor Rougés ordenó la detención de “El Mudo”, “El Pila Brito”, y “El Gaucho Hugo”, todos acusados de robo agravado. Personal de la comisaría 13°, irrumpieron en las viviendas de estos, pero no los encontraron. Según los parientes que estaban en las casas, los prófugos estaban trabajando en un taller de herrería pero no dieron más detalles. Sí se secuestró un revólver con la numeración limada.

Recuperan un caballo robado

La Policía encontró en un baldío de Thames al 900 -en Tafí Viejo- un caballo que había sido robado de una casa de esa misma ciudad. Luego de esconderse por tres horas, los efectivos vieron llegar a un joven de 22 años que se subió al animal. Quedó aprehendido.